AlcaláDigital.- Si alguien tiene que ser catalogado con el despectivo nombre de “casta” que el partido de Pablo iglesias, ha definido a los políticos españoles que han hecho de la política, su forma de vida y, de influencia, eternizándose en el tiempo, en Alcalá de Henares, lo tenemos muy fácil, ya que de los 27 concejales que están en nómina en el Consistorio, una mayoría amplia del PP, son “casta”, ya que de media sobrepasan los 20 años,“chupando del bote” municipal. Eso por parte pepera, pero por parte de la izquierda, aquí tenemos a la mujer que se autodefine en los Plenos municipales, como la más roja de todos los rojos. Así es Pilar Fernández. Una roja, muy roja, que, el PP de Alcalá, la adora, y no precisamente por lo que dice, sino,, por lo que hace, ya que en esta, mujer, entre lo que dice, o predica y, lo que después hace, suele distar un ángulo de 180 grados, como mínimo. Una actitud personal y, política, que solo se aguanta en esta Alcalá de memoria frágil. Una tara, que a gente como “Pili la roja”, la va muy bien, ya que solo así se explica, la amplia contradicción entre lo que dice y lo que hace y su larga trayectoria política engañando a la gente con un programa de izquierdas, que más beneficiará a la derecha.
Pero cómo se lo monta, para estar tantos años en la casta Pilar Fernández?
Bueno, llevar o, pertenecer más de 20 años, en la casta política alcalaína, no se crean que tiene mucho mérito, y más, cuando representas a un partido como IU en donde en nuestra ciudad, su reuniones y por lo tanto la toma de decisiones asamblearias, la asistencia no supera a la reunión de una junta de vecinos de una comunidad mediana, tirando a pequeña, ya que en contadas ocasiones, se sobrepasa de los 50 afiliados, según nos cuentan personas que de vez en cuanto se dejan caer por la alguna asamblea, en donde su difusión o entrada a la prensa está vetada, pero si además cuentas con el visto bueno de, Ángel Pérez, en Madrid, y lamínas a la poca oposición que hoy está representada por Fran Pérez, y Suarez Machota, pues la cosa es casi como coser y cantar. Bueno, mejor, durar y, durar, como el anuncio publicitario del conejito ese de la pilas, ya que la Pili, en las asambleas, “torea muy bien”, bueno, para ser justos, la Pili y, su mozo de estoques, Paco Calles, otro insigne, ex trabajador de La Seda de Barcelona, ex sindicalista, ex concejal y hoy asesor de IU en un ayuntamiento de la periferia de Madrid, y por lo tanto con esta larga experiencia, también perteneciente a la casta roja, que calificaría, Pilar Fernández, ya que, de esto de la calificaciones de esta concejala de IU, siempre tiene que aplicarse al final de calificativo lo de “roja”, que es la coletilla, que la Pili remacha una y otra vez en lo largos y somníferos plenos que se celebran mensualmente en Alcalá de Henares, en donde, siempre la que habla con la voz más hueca y, más alta, es la Pili. ¡¡Pero qué cacho roja soy!!
Y es que, se tiene que reconocer, que, Pilar Fernández, es una buena actriz, por no decir la mejor, actriz de la escena política alcalaína, ya que a menudo hace unos papelones con el PP, que, deja como un aprendiz al señor Monago, por eso el PP de Bartolo y, de Bello, la tienen tanto aprecio como estima, porque, entre otras cosas, gracias a la Pili la roja, hoy mantiene el PP la alcaldía, que le puso en bandeja, UPyD, al negarse a dar su apoyo a los socialistas alcalaínos, cuando la propusieron que apoyase una moción de censura para recuperar para la izquierda la alcaldía de Alcalá. Una propuesta de izquierdas, que Pili la roja, rechazo, después de estar engañando a los del PSOE, de Javier Rodríguez, por casi un año. Que primero hacer una asamblea y votarlo. Que con el voto de IU-Alcalá jamás gobernara la derecha. Y así estuvo toreando a los cándidos del PSOE, ella y, su mozo de estoques, para no mover la silla y apuntalarle el resto de la legislatura al PP. Otro favor al PP, por no decir esta boca es mía, cuando desde el Gobierno del que ella era miembro la acusaron de dar contratos a dedo a empresas amigas o afines a IU. Una acusación que se saldó con su expulsión, y uno de los mayores escándalos de posible tráfico de influencias. Eso si, con el más absoluto silencio del PP de Bartolo, entonces en la oposición.
Y así es, como con estos mimbres esta roja de derechas, va año tras año, y legislatura a, legislatura, saliendo designada por la asamblea de vecinos que es la IU de no más de 50 militantes, elegida para que la casta, ponga de nuevo a Pili la roja que aspira a ser la llave del próximo gobierno de la ciudad, sea del PSOE, de Podemos o del PP, que es lo que realmente la pide el cuerpo, para asegurarse los más de 70 mil euros anuales. Y es que, en Alcalá, las crisis de IU, en la región o a nivel nacional, se desconocen. Aquí siempre se presenta Pili la roja, porque es la más eficaz para, garantizar la continuidad de la derecha, con un programa de izquierdas. Muy, muy de izquierdas, como le gusta a Pili la roja, que es la casta de este ayuntamiento de Alcalá, en estado puro.